“Y las ciudades habitadas quedarán desiertas, y la tierra será asolada; y sabréis que yo soy Jehová”. – (Ezequiel 12:20)

Una nación no va a la guerra todos a la vez. Es simplemente imposible, no importa cuán ‘repentinas’ parezcan las varias guerras alrededor del mundo. Después de todo, qué es la guerra- ¿no es conflicto? La guerra no es nada sino conflicto y por lo tanto, no puede surgir sin el ingrediente primordial para el conflicto- ENEMIGOS. Una guerra sin enemigos es imposible- así como una piedra en el fuego no va a cambiar, de la misma manera las relaciones pacíficas nunca van a desbordarse en guerra sin que primero haya desacuerdos, entonces tensiones, entonces conflictos que crean los ingredientes definitivos para la guerra- venganza, odio y ENEMIGOS.

América, tú has hecho tus enemigos. Conflicto a cuidadoso conflicto, desacuerdo a desacuerdo, humillación a humillación – PIEDRA A PIEDRA. Dondequiera que la mano de paz te fue extendida para la reconciliación, para la negociación, tú la golpeaste y dijiste ‘¡PELEAREMOS!’.

En muchas ocasiones en tu esquina estaba la artillería superior y la opinión popular- las armas son tu lenguaje y confías en ellas. Por esta razón eres conocida en la arena internacional como una luchadora, una bombardeadora, un soldado armado y una que envía drones, una que hace convoyes, una traficante de drogas y armas, una ladrona de petróleo- hasta que al final te has convertido en un ENEMIGO. El Señor no me ha mostrado cuántas naciones te odian, pero sé que hay dos naciones que te odian profundamente y van hacia ti. Cuando te encuentre la guerra y cuando tus ciudades estén finalmente vacías, que la culpa de esto no caiga en nadie más que en ti. El Señor te ha refinado con fuego, sin embargo te rehúsas arrepentirte. Él inundó tus ciudades y deblilitó la economía, pero continúas haciendo lo malo. La sequía está friendo tus costas, pero he aquí tu infalible respuesta:

«Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los sicómoros, pero en su lugar pondremos cedros.»- (Isaías 9:10)

En español pleno y simple: “¡Lo que sea que nos haya pasado hasta ahora, no nos puede mover! NOS LEVANTAREMOS MAS GRANDES Y MEJORES”. A esto, el Señor Dios responde desde el mismo capítulo (lo que parafraseado, lee el verso para encontrar los nombres):

“Un enemigo te golpeará primero y el otro justo después, te devorarán con una boca abierta. Y aun luego de todo eso, YO NO HE TERMINADO CONTIGO”. (Isaías 9:12).

“… aún luego de todo esto, Su ira no se ha alejado, sino que Su mano está aún extendida”.

A las personas que les enseño, aconsejo, por las que oro y a quienes dirijo siempre les digo- “Lucha con quien sea, pelea con quien sea, frústrate y resiste a quien sea, a quien desees, pero no luches, frustres ni resistas a Jesucristo. Él es el Señor, hacedor de toda carne. No lo enojes, no ignores a su Espíritu Santo o eches Sus palabras a un lado como si fuera un abrigo barato comido por la polilla. No finjas que no puedes verlo agitando su mano desde el borde de la carretera para llamar tu atención, no te vuelvas obstinadamente sordo como si hubiera alguien que se preocupara más por ti que Él. Cuando haces esto, te buscarás un Enemigo Celestial, al cometer un acto desobediente tras otro- cuando al final ese Enemigo se levante en tu contra, ¡qué día amargo y detrimental será para TI!

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-Celestial