
“LOS MARES… RUGIENDO…”
En la iglesia el 23 de junio de 2019, el Señor me dio una profecía. Muchas veces viene así- una porción de las escrituras, luego una avalancha de revelaciones. El verso completo es:
“ Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;”.– (Lucas 21:25)
Mi hija, voy a inundar estas ciudades. Todas estas ciudades. Voy a lavarlas y llevarlas a su fin. Me han desafiado; son cónclaves de un quebrantamiento cayendo en ruinas sobre ellos mismos. No hay nada en ellos sino maldad- estos edificios no albergan nada más que odiosas prácticas escondidas del ojo humano, cada una contenida en la falsa privacidad de un apartamento o condominio. Yo veo a través de esas paredes como si fueran de cristal. Los veo profanarse a sí mismos y hacer lo que yo odio. Ellos rehúsan reconocerme como Dios. El juicio está ya golpeando las ciudades, pero empeorará, un golpe tras otro como los dolores del parto. Pronto el hombre estará abrumado por desastres naturales teniendo lugar con una rapidez y regularidad asombrosas- LOS MARES Y LAS OLAS, RUGIENDO. Recítales mi escritura completa, pues la escritura no puede quebrantarse: Por cuanto ellos REHUSARON SANTIFICARME Y RECONOCERME COMO DIOS, POR ESTA RAZON LES ENTREGUÉ A LAS VILES PASIONES Y SUCIEDAD DE SUS CORAZONES, para que fueran completamente corrompidos por ellas y me dieran una oportunidad de destruirles.
Santificar significa: entender, reconocer y aceptar que algo es santo y por encima [del resto]. Dios debe ser santificado y tenido como separado de cualquier otra cosa en nuestras vidas.
(Aquí están las escrituras): “… Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias [a Él], sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”. – (Romanos 1:21)
“Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira…” – (Romanos 1:24- 25a)
Por esta razón Dios les entregó a deseos asquerosos, en donde hasta sus mujeres comenzaron a usar sus cuerpos de forma no natural. Los hombres hicieron lo mismo, abandonando la unión natural con las féminas para quemarse con lujuria unos por otros, hombres con hombres cometiendo actos vergonzosos, y recibiendo una penalidad en sus cuerpos por hacer eso. Por lo tanto, como se rehusaron a mantener a Dios a su vista, Él los entregó a una mente reprobada, para hacer todo lo que es impío: fueron llenos con toda injusticia, sexualmente inmorales, malvados, codiciosos, maliciosos, envidiosos, asesinos, llenos de luchas y engaños y además de ello que piensan en el mal. Se volvieron chismosos, odiando a Dios, violentos, orgullosos y jactanciosos, inventores de cada cosa malvada, desobedientes a los padres, faltos de discernimiento, no dignos de confianza, sin amor, implacables, despiadados; pero Dios decidió correctamente: Aquellos que hacen estas cosas son merecedores del mismo castigo que aquellos que APRUEBAN a los que las hacen– ¿la penalidad? MUERTE. – (Romanos 1:26-32 parafraseado)
“Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma…” – (Éxodo 32:10)
Los removeré de mi vista con AGUA. El agua de la tierra se levantará en respuesta a Mi enojo y disgusto ante la actividad pecaminosa y a la maldad encubierta del hombre mientras vive en esta casa que hice para él. Les doy algo, y lo profanan. ¿Cómo debo responder? ¿Es esta Mi recompensa? Por lo tanto, el momento ha llegado, la hora está aquí- voy a separar ovejas de cabras INMINENTEMENTE- voy a separar el trigo de la paja. Voy a reunir las ovejas bajo Mis salvadores brazos de gracia, pero a las cabras y todos los que les sirven, los voy a lavar en las inundaciones de mareas altas que son liberadas ahora en contra de la tierra.
Inundaciones catastróficas vienen a las naciones, especialmente a las ciudades que una vez llevaron mi nombre, pero que ahora son centros de maldad e iniquidad. El mundo no será destruido con una inundación, pues Yo puse Mi arco en las nubes como un símbolo de que nunca volvería a destruir toda la tierra con agua. Esto dije, esto lo guardaré como un pacto eterno. Pero voy a inundar, PARA LAVAR COMPLETAMENTE EL PECADO DE DELANTE DE MIS OJOS. Voy a enjuagarlo agitando los mares, ríos, océanos, lagos y el granizo y la lluvia del cielo en contra de la tierra. Enviaré huracanes y tifones y hasta algo nuevo- TORNADOS DEL MAR- para lavar la peste y el sucio de la tierra. La voy a enjuagar como a un vestido sucio, voy a enjuagar mis vestidos del PECADO Y LA MALDAD HUMANA para poder poner nuevamente mis pies en la tierra en el final de los tiempos, que es ahora.
Así dice el Señor, “El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. Entonces, ¿dónde está la casa que pueden construir para Mí? ¿Y dónde hay un lugar en donde Yo pueda reposar?
Entonces vi algo realmente sorprendente, un cuerno de agua levantándose del océano, dando vueltas con un poder increíble. Era un tornado de agua, ancho en la base Y TAMBIEN arriba. Corrió a lo largo de la superficie del océano y cuando venía cerca de la orilla lanzó enormes cantidades de agua tierra adentro causando mucho daño a las propiedades. También creó vientos suficientemente fuertes como para tumbar árboles y cosas como esa, pero no salió del mar porque estaba tomando su fuerza del agua. También vi esta cosa levantarse mar adentro y revolver el océano furiosamente antes de morir nuevamente; estoy segura que esto tuvo un efecto negativo en la vida marina incluyendo peces y otros animales en el ecosistema de los cuales dependemos para alimento.
Pongo un viento contra de los mares, para agitarlos a la perdición. Estoy revolviendo los mares, los océanos, los lagos y los ríos como un arma de perdición- por lo tanto, prepárense para el comienzo de los desastres de agua. Mi sierva ha advertido, ahora Yo el Señor voy comenzar, continuar y ejecutar todo lo que he dicho.
¿Qué es peridición? Es un tipo peculiar de destrucción, provocado por un corazón que desea continuar en el pecado. El castigo llamado perdición es como un padre advirtiéndole a un niño muchas veces que pare de hacer algo: “Para eso. Repito, para ya. Si haces eso otra vez voy a ir por ti, esta es tu última advertencia”, aun así el niño no para. Por lo tanto ‘perdición’ es una devastación peculiar garantizada por una acción falsa repetitiva y trato falso en contra del Señor Jesucristo. Son muchas promesas rotas; o muchas representaciones falsas que se han hecho después de las cuales, finalmente, cae el juicio. Es sabio que las naciones busquen a Dios y se arrepientan.
Profecía: Se acerca un AUMENTO MARCADO en los tipos e intensidad de los desastres con agua alrededor del mundo. Las inundaciones catastróficas que dañan propiedad y toman vidas aumentarán en contra de las ciudades del mundo como juicio por el pecado, especialmente el pecado oculto. Dios va a convertir los cuerpos de agua [mares, lagos, ríos, y hasta la lluvia y el granizo] en armas que golpean a las naciones hasta que se quiebran bajo la presión y comienzan a clamar el perdón. Si rehúsan arrepentirse, Dios los va a entregar a la recompensa final por su maldad presistente. La tierra gime bajo la presión de la maldad humana, así como lo hizo en los días de Noé- “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”. – (Génesis 6:5-6) Los mares y las olas, rugiendo. Esta es la palabra del Señor.
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-Celestial