
La profecía no es una ciencia exacta. Se dice tanto hoy día que tiene que ser “¡Perfecta! De lo contrario, ¡es falsa!”, pero yo no estoy de acuerdo con esa visión. Puedes pensar, “¡Ajá, ella está tratando de escapar a su responsabilidad!”, pero… no es así en lo absoluto. Yo no soy responsable de cumplir ninguna profecía. Sólo Dios lo es.
Él supervisa sus palabras para hacerlas realidad- (Jeremías 1:12). Mi trabajo es declarar estas cosas para que aquellos que desean escuchar puedan volver sus pasos de regreso a Dios. Yo no escojo el tiempo, el tema o la claridad de lo que veo. He tenido una visión en el autobús (más sobre eso luego), y he escuchado cosas sobre personas mientras converso en la cena. Lo que sé es que le pertenezco a Jesús- Él puede usarme en cualquier manera que le parezca. Lo que veo, lo comparto tan claramente como puedo. Por eso es que en algunas publicaciones hago preguntas como- “¿Qué estás diciendo Señor?”.
“Porque ahora vemos por espejo, oscuramente, más entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.” (1 Corintios 13:12)
Los profetas no pueden conocer exactamente a menos que Dios decida decirles exactamente; cuándo, dónde, cómo, por qué y quién (Él no siempre hace esto). Alguien escribió que es como espiar a través de un huequito en una puerta- puedes ver lo que parece ser la Persona A golpeando a la Persona B y entrar corriendo a ayudar a la víctima, sólo para encontrar su mano levantada (que estaba fuera de tu vista a través de huequito) aguantando un cuchillo o un arma. De repente, la percepción de un agresor se convierte en defensa propia. De la misma manera, vemos una parte y compartimos esa parte, a menos que Dios decida darnos la totalidad.
Son las 10:30pm del 16 de mayo de 2019 y he tenido que enmudecer la llamada de oración de la iglesia para redactar algo. Estábamos orando por la conferencia que comienza mañana en la noche cuando de repente vi una imagen frente a mí: dos espesos penachos ondulantes de humo negro saliendo del suelo o tal vez debajo del suelo- me recordó instantáneamente a pilas de humo. No era “un poco de humo” o “algo de humo” tampoco- eran chorros espesos ondulantes en dos corrientes continuas que formaban grandes bolas de humo, como cuando se quema gasolina descontroladamente, o cuando se revienta un conducto y el vapor sale a borbotones con fuerza hacia el cielo. La imagen no era clara. Vi este humo levantarse, tal vez desde unas escaleras y traté de ver más. Pudo haber sido un tren subterráneo. Vi pilares rojos- (tal vez un edificio rojo o paredes rojas)- de todas maneras, una o dos estructuras rojas eran visibles a través del humo. Tenía una perspectiva desde abajo mientras el humo se iba levantando rápidamente hacia arriba, haciendo grandes nubes redondas en el cielo.
A la misma vez escuché tres veces, “Área Metropolitana del Centro [‘Downtown’]”. Cuando escuché esto, supe que era Nueva York, AUN ASI yo quería estar segura. Así que aunque la oración continuaba , yo enmudecí mi conexión, tomé mi teléfono y busqué en la internet la frase y sí- varias fuentes confirmaron el término “centro” [‘downtown’] es usado primordialmente por personas que hablan Inglés en América del Norte para nombrar una parte específica de la ciudad. Y también, sí, la frase se originó en la Ciudad de Nueva York.
Profecía: Por lo tanto estoy redactando que mientras oraba con otras personas el 16 de mayo de 2019, tuve una visión de un humo negro y espeso ondulando hacia arriba alrededor de algo que parecían pilares rojos o tal vez paredes y escuché tres veces las palabras “Area Metropolitana del Centro” [‘Downtown’] en referencia a la Ciudad de Nueva York. Sea Jesús alabado y reciba toda la gloria; que Dios preserve a su pueblo.
-Celestial
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