La roca que destruyó reinos

El Señor me habló nuevamente esta mañana y dijo:

“Estoy a punto de finalizar los reinos. Por lo tanto, conoce que te revelo un misterio: La semana 70 de Daniel ha comenzado. Que cada hombre se aperciba, pues los años de esta semana estarán plagados de dificultades y desgracia para aquellos que llevan el nombre del Señor Jesucristo. La semana de Tribulación está sobre ti ahora, que lo sepa el que lee. La Tribulación viene como ladrón en la noche- ningún hombre lo sabrá excepto que las señales de dolor, angustia en las naciones y  fuertes dolores de parto comiencen a aumentar a su alrededor. Este es un tiempo de gran dificultad para los santos y es ahí donde radica su paciencia. Los santos de Dios serán probados en una variedad de formas; Mi palabra debe ser fuerte en ellos para que ellos puedan prevalecer contra las fuerzas malignas de la oscuridad derramándose en el mundo. El tiempo de la Tribulación es un tiempo de una oscuridad en aumento, pero también un tiempo para que las luces de Mis santos resplandezcan. Los míos son lámparas  en un mundo oscuro. No permitiré que se les apague.  

Porque he dicho, en este mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo. También he dicho “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”. Aun así, promociones y establecimientos, cumplimiento profético y bendiciones se manifestarán junto con la angustia, oscuridad y las desolaciones, que ya han sido determinadas- unas al lado de las otras. Los míos brillarán más y más como luces santificadas en la oscuridad, y por esto serán odiados y despreciados. Pero Yo los protegeré, aun mientras prepare a mis mártires. No voy a permitir que se apague la Luz del Evangelio. Estoy con ustedes siempre, aun hasta el fin de los tiempos.    

Mirad, he aquí viene el maligno”.

-Celestial